CÓMO AFRONTAR LAS BAJAS TEMPERATURAS DEL INVIERNO CON UN OPEL MOKKA-E

El SUV 100% eléctrico se muestra capaz de afrontar las bajas temperatura del invierno, incluyendo las escapadas a la nieve de la forma más eficiente y confortable para sus pasajeros

Especialmente en invierno se necesita una gestión eficiente de la energía para mantener bajo el consumo energético del Mokka-e y disfrutar así de su elevada autonomía. Para lograrlo basta encender el control de pretemperatura mientras el Opel Mokka-e está conectado a la fuente de alimentación externa a través de un enchufe doméstico o un cargador rápido. De esta manera, la energía necesaria para la calefacción proviene de la fuente de alimentación externa y la autonomía eléctrica completa de hasta 338 kilómetros (según WLTP[1]) está disponible en su totalidad desde el principio.

Gracias a la bomba de calor instalada de serie, el calor residual generado y que se pierde se puede aprovechar para calentar el habitáculo sin tener que encender una calefacción convencional, que reduciría la autonomía.

Confort y seguridad en la carretera: Tecnologías de calefacción en el Mokka-e

Tan sencillo como sentarse y disfrutar del viaje. Los cómodos asientos, que opcionalmente pueden ser calefactables, gracias a sus múltiples ajustes son sinónimo de bienestar, salud y seguridad, todo en uno. Gracias a la opción de los asientos calefactables del conductor y el acompañante, éstos se pueden quitar la voluminosa ropa de invierno incluso antes de comenzar el viaje. Esto implica que la ropa gruesa no limita la libertad de movimientos y que el cinturón de seguridad se puede ajustar cómodamente al cuerpo sin que quede suelto: solo así puede mantener completamente su eficacia protectora en caso de colisión. La seguridad también se ve reforzada por el volante calefactable, que calienta los dedos en tan solo unos segundos. De esta forma, el conductor ya no necesita usar los molestos guantes de invierno y siempre tiene todo bajo control. La calefacción de serie para los pies en la parte trasera garantiza que los pies de los pasajeros permanezcan calientes durante el viaje.

2020 Opel Mokka-e

Aprovecha los descensos: genera energía con el sistema de frenada regenerativa

Además de los argumentos que ofrece el Opel Mokka-e para sentirse bien en su interior, también este modelo eléctrico compacto proporciona un placer de conducción responsable, especialmente en las montañas. La agilidad y el agarre a la carretera del Opel Mokka-e son ventajas adicionales cuando se circula por carreteras de montaña. La batería está instalada en la parte inferior de la carrocería consiguiendo un centro de gravedad especialmente bajo. Eso hace que el coche parezca girar sobre raíles. El ganador del “Volante de Oro 2021” [2]  está propulsado por un motor eléctrico de 100 kW (136 CV). Al contrario que los modelos con motor de combustión interna, que han de recuperar primero la velocidad a la salida de las curvas cerradas, el SUV eléctrico dispone de 260 Nm de par incluso desde parado, lo que garantiza la diversión a la hora de conducir por carreteras sinuosas.

El Mokka-e también se distingue por su capacidad para la recuperación de energía y la desaceleración. El motor eléctrico se convierte en generador y transforma en electricidad la energía cinética recogida en las bajadas. Si el conductor cambia al modo de conducción B, se incrementa la recuperación y la deceleración. La batería de 50 kWh se recarga a coste cero y se ahorra energía para la próxima subida.

Con todas estas tecnologías, los conductores y pasajeros del Opel Mokka-e pueden adentrarse en las zonas de montaña nevadas con comodidad, eficiencia y sin emisiones, y al mismo tiempo con mucha diversión al volante antes de llegar a las pistas.