25/11/2021
La larga historia de SEAT tiene un capítulo especial reservado a la competición, a través de la cual ha mostrado en todo el mundo sus prestaciones, fiabilidad y valores en distintas épocas y con diferentes tecnologías. De todas las especialidades en las que la marca ha estado involucrada desde su nacimiento, los rallyes ocupan un lugar destacado, pues es donde asombró al mundo en varias ocasiones.
La primera fue en el Rallye de Monte-Carlo de 1977, donde Antonio Zanini, Salvador Cañellas y Salvador Servià lograron un resultado histórico en una prueba inolvidable para el automovilismo de nuestro país. Al volante de sendos SEAT 124D Especial 1800, Zanini y Cañellas finalizaron en la tercera y cuarta posición, mientras que Servià completó la gesta de SEAT con un séptimo puesto a los mandos del 1430/1800.
En 1995, SEAT decidió volver a los rallyes con el objetivo de promocionar su producto en todo el mundo. El modelo elegido fue el SEAT Ibiza, que acababa de estrenar su segunda generación. Con el SEAT Ibiza GTi 16V, la marca logró el tercer puesto en su debut en la categoría de dos ruedas motrices en Portugal con Erwin Weber al volante; el alemán también consiguió la victoria en la misma categoría en el Rallye Acrópolis, con Antonio Rius en segunda posición.
Estos éxitos impulsaron a SEAT a dar el salto a la recientemente creada Copa del Mundo FIA de 2 Litros en 1996 con el SEAT Ibiza Kit Car, un modelo adaptado a un reglamento más asequible que el WRC pero igualmente competido y espectacular, con tracción delantera y un motor de dos litros que proporcionaba 255 CV de potencia. Los trofeos no se hicieron esperar y SEAT, en su debut, se pudo permitir soñar con el título. La victoria de Jesús “Chus” Puras en Portugal, unida a los podios de Erwin Weber en los rallyes de Monte-Carlo, Portugal, Nueva Zelanda, Australia, y también de Josep “Mia” Bardolet en España, sin olvidar los puntos de Ferrán Font logrados con el Ibiza GTi 16V Gr.N con el que competía tras hacer los reconocimientos, permitieron a SEAT llegar a la última cita de la temporada con opciones de alzarse con la Copa del Mundo.
El ‘todo o nada’ tuvo lugar en el Rally RAC, en Gran Bretaña. Allí, tras una dura lucha y un enorme esfuerzo, Harri Rovanperä – recién llegado al equipo – y Erwin Weber finalizaron en la cuarta y quinta posición de su categoría respectivamente, que sirvió a SEAT para lograr el título en la Copa del Mundo FIA de 2 Litros en su primer año, superando a marcas con mucha más experiencia. La meta del rallye británico no fue el fin de aquella aventura; más bien fue el principio, pues SEAT regresó con más fuerza y potencial en las dos siguientes temporadas, 1997 y 1998, en las que revalidó el título de marcas con las evoluciones y mejoras instaladas en el Ibiza Kit Car.
Un triunfo de equipo
Vicenç Aguilera era presidente de SEAT Sport en aquel tiempo, y recuerda con cariño lo que significó esta gesta. “Fue un triunfo de todo el equipo, algo increíble y emocionante”, resume Aguilera, que había sido testigo en los años 70 de los grandes resultados del equipo en Monte-Carlo, y que impulsó el regreso a los rallyes internacionales en la categoría FIA de 2 Litros con el Ibiza. “No teníamos el mejor coche ni el mejor presupuesto, pero en conjunto fuimos los mejores, y también soñamos con el título, que siempre es algo necesario en la competición. Con estos éxitos el equipo cogió moral y gasolina para los siguientes diez años y sentó las bases de todo lo que llegó después con el León en los circuitos. A nivel personal fue un enorme sacrificio, porque yo además era el responsable del Centro Técnico de SEAT; no me veían en casa, pero valió la pena: el esfuerzo tuvo su recompensa”, añade.
Jaime Puig era el responsable de SEAT Sport, y no puede evitar señalar este como uno de los grandes triunfos en su trayectoria. “He visto y vivido muchos y muy buenos momentos en SEAT Sport, pero el éxito del SEAT Ibiza Kit Car para mí fue algo muy grande”, asegura Jaime. “Ganamos la Copa del Mundo de Rallyes FIA de 2 Litros en Gran Bretaña después de la última especial, tras un año en el que luchamos codo con codo con una fuerte competencia. El trabajo en equipo fue clave, como siempre lo ha sido en todos los proyectos de SEAT Sport y CUPRA. Solo puedo decir que fue algo realmente grande”, asegura.
Isidre López formaba parte del equipo y ahora es el encargado de cuidar el legado de la marca a través de SEAT Históricos. En la Nave A-122, junto con los coches de calle que forman parte de la historia de SEAT, conviven aquellos que fueron pioneros en competición, como los 124D Especial 1800 o 1430/1800, los Córdoba WRC, Toledo Marathon, León WTCC… y también los SEAT Ibiza Kit Car que triunfaron hace un cuarto de siglo. “¡Qué rápido han pasado 25 años! Parece que fue ayer cuando llegamos a la meta en Gran Bretaña y ganamos el título”, dice López. “Lo guardo con mucho cariño en mi memoria y todavía me emociono al recordarlo. Hace muy poco tiempo hemos revivido aquellos tiempos con una bonita exhibición en el Rally RACC Catalunya-COSTA DAURADA , y tanto la mecánica como el encanto del SEAT Ibiza Kit Car permanecen intactos”.
Por Raymond Blancafort: El año que el Mundial de Rallyes descubrió el ‘Pan amb tomaquet i pernil’, o cómo SEAT se hizo con su primer título mundial con un presupuesto mínimo
Raymond Blancafort, especialista de Motor del diario Mundo Deportivo durante cuatro décadas, también estaba en el Rally RAC cuando los SEAT Ibiza Kit Car llegaron a meta. Al hablar de la gesta de SEAT, sonríe y se emociona, porque lo vivió de cerca, y pudo contar desde Chester (Inglaterra) cómo la marca – cuando casi nadie lo esperaba, aunque nadie bajó nunca los brazos – lograba el título. 25 años después, nos cuenta cómo lo vivió:
“Fueron tres años espectaculares para la marca y para la afición española, pero recuerdo con especial cariño el primero de ellos. Habíamos soñado mucho con el Toledo Marathon, pero de repente los planes de la marca cambiaron y Vicenç Aguilera, apostó por el Ibiza y esta categoría ‘kit car’ que muchos llamaban F2. El presupuesto estaba bajo mínimos, pero no así la ilusión y la implicación del equipo. Erwin Webber, ‘Chus’ Puras y ‘Mía’ Bardolet eran los pilotos encargados del programa. No fue un año de grandes resultados -Puras logró la única victoria de la categoría, en Portugal- pero sí de gran tenacidad y regularidad, pensando siempre en óptica de campeonato más que las carreras individuales”.
“Esta táctica permitió mantener viva la llama del título hasta la última carrera…. cuando, por sorpresa, Aguilera decidió fichar a Harri Rovanperä. Fue la apuesta ganadora. Harri llevó el Ibiza hasta el octavo lugar de la general y Weber al noveno, cuarto y quinto de la categoría; el título viajaba a Martorell. El milagro se había consumado. Fue un año lleno de emociones, de vibrar…. y en el que la carpa de SEAT en el Mundial era la más concurrida de todas. ‘Pepitu’ -José ‘Pitu’ Adell -, que antes de dedicarse al catering había sido copiloto del equipo oficial SEAT y campeón de España, estaba al mando del catering, el mejor catering del mundial en el momento… por la paella, la fideuá, y por el ‘pá en tomaquet i pernil (pan con tomate y jamón)’, la primera frase que Rovanperä aprendió en catalán y que pronunciaba nada más llegar a la carpa”.
SEAT Sport es ahora CUPRA Racing, la compañía que conserva su ADN, magia y competitividad desde su fundación en 2018. Los tiempos han cambiado y las competiciones en las que participan son distintas, pero la pasión por las carreras, el concepto de gran familia, trabajo en equipo y su liderazgo tecnológico siguen intactos. La mejor prueba de ello es que CUPRA continúa triunfando, incluso a nivel mundial, con títulos como el de PURE ETCR, el primer campeonato de turismos eléctricos multimarca, logrado el pasado mes de octubre. En circuitos de todo el mundo junto a clientes, fuera de pista en Extreme E, en PURE ETCR con el primer turismo de competición eléctrico de la historia… la llama de la competición sigue muy viva en el corazón de la compañía.